Como decía en la anterior entrega, creo que son las aguas de esos socialismo nacionales, y no exclusivamente del modelo socialista de Fidel Castro, de donde está bebiendo –o ya ha bebido- Chávez para darle continuidad y algo de densidad a su proceso político, que es bastante pobre desde el punto de vista ideológico y programático.
La reciente visita de Chávez a Libia, país donde hace 40 años manda Khadaffi con esa extraña cosa que es el "Socialismo árabe" y la "Revolución verde", parece ratificar lo que digo, sobre todo con la confesión de Chávez de querer seguir los pasos libios de ser un gobernate perpetuo a costa del mantenimiento de su revolución:
"En declaraciones a Efe, Chávez dijo que Libia "logró derrotar el tiempo y las circunstancias". Gadafi está creando "un modelo propio de desarrollo, un socialismo propio, un socialismo libio, cosa que pocos países han logrado". En ese modelo de socialismo propio, Chávez aludió a Nasser en Egipto, Samora Machel en Mozambique, Julius Nyerere en Tanzania y también el caso de Cuba. Preguntado por el proceso político que se lleva a cabo en Venezuela y su eventual analogía con Libia, Chávez dijo que "la revolución bolivariana será perenne, porque los pueblos son perennes"(El Universal Digital, miercoles 2 de septiembre de 2009)
Precisamente, sobre ésos "Socialismos propios" y que quieren ser "perennes" ha llegado a mis manos un breve texto de un político africano, Julius Kambarage Nyerere, (en la imágen de la derecha), que reafirma lo que digo. ¿Y quién es él? Fue el artífice de la independencia pacífica de su país y su presidente por más de dos décadas (1962-1985). Él fue el creador del llamado “Socialismo africano” que no era otra cosa que la mezcla de Negritud, nacionalismo y un genérico socialismo.
En este texto se recogen sintetizadas sus ideas sobre el tema agrario, que fue de su primordial y casi obsesivo interés. De la lectura sorprendentemente se desprenden muchas alusiones a cosas que nos son familiares hoy día.
Aquí lo tienen:
“Nuestro primer paso tiene que ser una especie de reeducación de nosotros mismos, así como se debe conquistar nuestra antigua mentalidad. En la sociedad africana tradicional éramos individuos en el seno de una comunidad. Nos interesábamos por la comunidad y la comunidad se interesaba por nosotros. No había la necesidad, ni tampoco el deseo, de explotar al prójimo. Rechazando la mentalidad capitalista que el colonialismo ha exportado a África, debemos rechazar también los métodos capitalistas que os han concedido. Uno de ellos es la propiedad individual de la tierra. Aquí en África la tierra siempre ha sido considerada propiedad de las comunidades (…) Los extranjeros han introducido un concepto completamente distinto, el concepto de tierra como bien que se puede comercializar. Según este sistema, una persona no puede reivindicar, aunque quiera trabajarlo, un trozo de tierra. Como mucho, puede poseer algunas hectáreas de tierra, proclamarla “suya” e irse a la luna (…) Un sistema parecido no sólo es completamente extraño a África, sino que es totalmente incorrecto”. (J.K Nyerere, "Los Ujamaa, base del socialismo africano", 1962)
Cambien las palabras “África” por “Venezuela” y el texto podría ser cualquier discurso más de Chávez en Aló Presidente.
NO digo ni planteo que Chávez SEA como, o que VA A HACER como Nyerere en Tanzania, mucho menos que aquí está la clave para entender todo lo que pasa aquí en Venezuela AHORA o en el FUTURO.
Lo que sí creo y reafirmo es que se pueden encontrar legítimamente similitudes y semejanzas, pues es un contexto histórico social donde se pretenden hacer cambios y rupturas, que estructuralmente se encuentran en un clima ideológico determinado, que en este caso no pasa de 50 años de distancia.
Y aunque el África negra o sub-sahariana se parece muy, pero muy poco a la Venezuela de hoy, sí están presente características estructurales muy análogas:
Un proceso de cambios radicales,
Un liderazgo único y carismático,
Un discurso reivindicador, (o revanchista)
Una búsqueda de nuevos modelos basados en la exaltación del pasado histórico y
Un enfrentamiento abierto con los sectores representantes de poderes o fuerzas internas y/o externas anteriormente establecidos.Esto es lo que encontramos de común con esos “socialismos autóctonos”, que tienen muy poco de democracia, pero como la tienen, no aceptan que se les catalogue como lo que realmente son:
Autoritarismos tercermundistas.
(Chávez con dos "colegas": Mugabe de Zimbawe y Lukashenko de Belarús)
Y bajo esos pasos creo que es también camina Chávez, pues como muchos de líderes del tercer mundo, él se ufana de no ser un dictador porque tolera una oposición libre, y así busca amplia proyección internacional, buenas relaciones con Europa-Rusia-China y un enfrentamiento con los Estados Unidos que se hace más virulento para retroalimentar esos propósitos de grandeza y “lucha heroica-reivindicativa”.
Aquí, antes de decir “socialista” se decía que todo esto era únicamente “bolivariano”, ( “Yo soy un nacionalista, revolucionario y bolivariano, me gusta esa clasificación ideológica”, ‘Aló Presidente’ del 8 de junio de 2003) porque evidentemente no hay nada más venezolano que el Libertador, y aunque no se ha puesto de lado a Bolívar, como hace falta ahora darle un impulso al proceso político y se necesitan recabar ecos y apoyos internacionales, se evoca para casi todo el término socialista, como en su momento hizo Nyrere o Nkrumah con la negritud para luego saltar al “socialismo africano” o el mismo Gaddafi, que después de saltar del pan-arabismo se endoso el término “socialista” a su muy controlado país:
“[al proceso] lo seguimos llamando bolivarianismo, pero es socialismo. El camino es el socialismo, es la única alternativa al capitalismo, sólo que creo que debemos reinventar el socialismo, reinventar un socialismo adecuado a nuestras realidades y a nuestro siglo XXI”. Chávez en la Habana, 29 de abril de 2005
“Yo soy socialista y el único camino que tenemos para salir del subdesarrollo, la miseria y el atraso en que están nuestros pueblos, es el socialismo. (...)Tenemos que inventar nuestro propio modelo político, económico y social. Todo es posible con la moral repotenciada de los pueblos. El capitalismo es el demonio.” Chávez en Paraguay, 23 de junio de 2005
Entonces lo que le ha salido ha Venezuela, según esta lectura y el análisis que realizamos no es nada “del siglo XXI”, ni nada novedoso. Es la reedición, pero ahora a la venezolana, del Socialismo árabe, del socialismo africano, del socialismo asiático (que no chino ni vietnamita) y en fin, del “socialismo autóctono” inventado por Tito para mantenerse en el poder engañando –literalmente- a todo el mundo como un “independiente, moderado y progresista gobernante de los nuevos tiempos”.
Y por lo que se ve en Venezuela, el discípulo de Tito ya dejó de ser un aventajado muchacho para convertirse en una presencia legendaria…
¡¡¡Gracias por leerme!!!
Dantesol